Es muy común en el padel y el tenis que nos duela en la zona externa del antebrazo y más concretamente del codo sobre todo en la musculatura más prominente del antebrazo que inserta cerca del epicóndilo. Pues bien este articulo trata de aclarar lo que muchas veces llamamos de forma equivocada epicondilitis.

Artículo publicado en almeria360.com: ¿Qué es y por qué sufrimos la lesión del codo de tenista?

 

En primer lugar, hay que decir que la palabra epicondilitis literalmente significa, inflamación del epicóndilo, cosa que realmente no es cierta, es por eso que nos referimos con la misma a la inflamación de alguno de los tendones que insertan en el mismo. Hay muchos músculos, como veis en la imagen superior, que insertan cerca del epicóndilo, pero solo son dos de ellos los que tienen su origen en el mismo y estos son el extensor común de los dedos y el 2º radial. Pues bien cuando hay una inflamación de uno de esos dos músculos en su origen de inserción en el epicóndilo es cuando realmente se llama epicondilitis. Lo que sucede es una inflamación e irritación de la zona de inserción.Es por eso que nos acostumbramos a decir epicondilitis cuando nos duele por esa zona, pero en muchas ocasiones decimos epicondilitis cuando deberíamos decir epicondilalgia, término que se refiere al dolor en la zona del epicóndilo sin más especificaciones. Esta epicondilalgia puede producirse por diversos motivos: – Puede deberse a problemas de origen cervical que se encuentran en un 50% de los casos, afectando los músculos de los supinadores largo y corto. Habrá dolor a la palpación del epicóndilo y sensibilidad muscular. Los movimientos del codo estarán relativamente libres, aunque puede existir restricción por una periartritis asociada, debida a lesiones mecánicas. – Puede deberse también a un origen mecánico articular. Lo más frecuente, desde el punto de vista mecánico, es la lesión de C5-C6, C6-C7, lesión de rotación interna de cubito, lesión en abducción húmero-radial y lesión de posterioridad de la cabeza radial. Estas lesiones se corregirán en el orden correspondiente por un osteópata. Desde el punto de vista de la fisioterapia, la epicondilitis se trata con reposo, aplicación de frío, ultrasonidos, estiramientos selectivos y un vendaje neuromuscular.

Desde el punto de vista osteopático, la llave del éxito terapéutico en las epicondilitis, es el reposo absoluto con un vendaje funcional bien realizado, el cual se mantiene de 2 a 3 semanas, cambiándolo cada semana, después de cada tratamiento osteopático, es decir del ajuste articular de la disfunción que ocasione la irritación del tendón y del trabajo muscular. En un 70% de los casos el tratamiento funciona muy bien, a condición de que el paciente acepte el reposo, ya que muchas veces esta patología esta relacionada con el trabajo o con el deporte. Para ello también están diseñadas unas cinchas para frenar la tensión que ejerce la contracción del músculo a la inserción epicondilea.

David Mellado Lupiañez es Diplomado en Fisioterapia, experto en Osteopatía, profesor de Pilates y recuperador funcional. Es el fisioterapeuta de la piscina municipal de El Ejido.